Hoy celebramos un hito histórico en nuestra nación, un paso adelante en la protección y el bienestar de los seres vivos que comparten nuestro planeta. Con la compilación y desarrollo de normas en materia de bienestar y protección animal, hemos establecido un sólido fundamento para garantizar que, en todo el territorio nacional, las interacciones entre los seres humanos y los animales estén guiadas por principios fundamentales.

El Código Nacional de Protección y Bienestar Animal es una luz brillante que ilumina nuestro camino hacia una sociedad más justa y compasiva. En virtud de esta ley, los animales serán reconocidos como seres sintientes, merecedores de respeto y consideración. Se establecerán salvaguardias para garantizar su bienestar, y las acciones crueles y negligentes serán sancionadas de manera justa y proporcional.

Esta ley no solo protege a los animales, sino que también refleja los valores fundamentales de nuestra sociedad. El respeto, la solidaridad social y la progresividad son los pilares que guían nuestras interacciones con todos los seres vivos. A través de este Código, nos comprometemos a tratar a los animales con dignidad y a fomentar una cultura de cuidado y compasión.

Este logro es el resultado del esfuerzo colectivo de defensores de los derechos de los animales, organizaciones dedicadas a su protección y ciudadanos comprometidos que levantaron sus voces en defensa de los más vulnerables. Todos somos parte de este cambio transformador y nuestra unidad ha sido la fuerza motriz detrás de este logro histórico.